viernes, 28 de mayo de 2010

Cimas de Gredos 2010

Después del mal tiempo en los “Puertos Míticos de Ávila”, había muchas ganas de hacerlo bien en esta marcha.

Por distancia y desnivel, en principio esta marcha tiene menos dureza que los Míticos, pero sin embargo, tiene algo que la hace muy difícil, y es la concentración de mucho desnivel en la parte central del recorrido.

A diferencia del año pasado, se da la salida con puntualidad británica a las 8:30h de la mañana. A mi lado, Iván y algún otro conocido de tierras castellano manchegas. En los primeros compases voy saludando a gente conocida de otras quedadas, y poco a poco, voy subiendo posiciones.

Como el año pasado, existe un tramo neutralizado de 15 km que se hacen insoportables. Por un lado, la organización pide que no invadamos el carril izquierdo puesto que está abierto al tráfico, y por otro lado, está la gente que se pone a dar frenazos porque ha visto a alguien conocido, y claro, cómo no vamos a saludarle!, aunque tiremos al que va detrás.

Todo sería más fácil si se diera vía libre mucho antes, el pelotón se enfilaría y se vería qué pronto la gente deja de saludarse y de invadir el carril contrario.

Al llegar al cruce de la gasolinera empieza la subida “oficial” al Piélago, aunque ya bastante antes, un par de repechos muy duros han hecho que el pelotón de vaya descomponiendo.

Mi idea era ir con los primeros y hasta donde aguantara. Y así lo hice.

Durante la ascensión rodaba en un grupo de aproximadamente 20 personas que comandaba la marcha. El ritmo muy exigente, tanto que llegué arriba con lo justo, y sabía que mi objetivo de rodar en cabeza había llegado hasta ahí. Llegué pasadísimo, con la sensación de haber gastado demasiado, y como si se tratara de una carrera de 60km, en lugar de una marcha de 165km.

Comenzamos el descenso, y es aquí cuando pierdo contacto definitivamente. Al paso por el pueblo de Marrupe, paso por encima de un resalto que estaba calificado como categoría especial, y pierdo uno de los bidones. Muy bien! Es justo lo que necesitaba….

No estaba dispuesto a parar a por él porque se iba a mil por hora, y pensé que tendría que parar en más avituallamientos de los que tenía pensado, pero bueno, qué le vamos a hacer.

Formamos grupeta, y a lo lejos divisamos al grupo de cabeza, donde parece que hay parón. Nos organizamos a relevos y le damos caza, pero de nuevo, gastando unas balas de más.

Entro en la zona de recuperación y pregunto,:

- Oye tío, ¿y el avituallamiento líquido?
- Lo hemos pasado hace un rato
- No me jodas! Pues se me ha caído el bidón y no tengo casi nada hasta Serranillos.
- Toma, echa un trago del mío.
- Gracias!!!!

Tampoco quise abusar, porque era capaz de beberme el bote entero, así que le di un par de traguitos para salir del paso. Más adelante ya pondría cara de sufrimiento para que alguien me ofreciera más agua.

Empezamos la subida a Pedro Bernando, un puerto tendido y que se sube bastante bien. La parte más difícil son los 4 primeros kilómetros hasta llegar al pueblo. Su dureza no reside en su desnivel, sino en su longitud: 19km. Además, hay que añadirle que una vez coronado, y tras un descenso de 3 km, se comienza la ascensión al puerto de Serranillos.

La subida la hacemos un grupo de aproximadamente 15 personas. A estas alturas, el grupo de cabeza está bastante lejos, y ya sólo queda poner un buen ritmo y hacer la marcha “disfrutando”. Cuando coronamos Pedro Bernardo, aprovecho para comer un poco ya que enseguida comienza el puerto de Serranillos. Se agarra un poco más que el anterior, pero no mucho. Sin embargo, entre la falta de agua, y el ritmo alto que se pone, lo paso un poco mal. Sólo pienso en llegar al avituallamiento, beber y estirar un poco. Al coronar, me atienden como a un marqués, me dan agua, Gatorade, barritas, de todo…A una chica la dije: “Vale coño, no me metas más peso!”. Creo que jamás he bebido con tanta ansia, echándome agua por encima, o Gatorade, o lo que fuera….Pensé: “Si bebes así, es porque ya estás deshidratado”.

En este avituallamiento suele parar todo el mundo, por lo que pierdes de vista a la gente con la que ibas, unos han salido antes que tú, y otros aún se quedaban reponiendo fuerzas.

Bajada de 6km al pueblo de Serranillos, y aquí aparece el cartelito que te da una ostia en la cara: “76km a meta”. Noooooooooooooooo!!!!!!!!!!!! Pero si creo que llevo todo el día haciendo fuerza, ¿cómo me van a quedar 76km?. Pues sí, empiezas a echar cuentas, y todo cuadra.

Alé, no lo pienses más, y a seguir para delante.

Cómo mola el tramo de Navarrevisca, la madre que lo parió. Quito plato, pongo plato, quito plato, pongo plato….nadie por delante, nadie por detrás….¿Me he perdido? ¿Qué día es? ¿Quién soy? ¿De dónde vengo? Pim, pam, toma lacasitos….Me pongo de pié, me siento (chof, chof), me pongo de pié, me siento (chof, chof)….Joder, qué ruido más raro no? Bah, será el terreno….

Llegamos al cruce que da comienzo al Puerto de Mijares, con su correspondiente cartel de: “59 km a meta”…Venga joder, no seáis mamones, mentidme, decidme cualquier cosa, si soy un ingenuo….

Pues nada, venga, para arriba, total, esto es lo que mejor se me da….Me pongo de pié, me siento (chof chof), me pongo de pie, me siento (chof chof). Madre mía, no recuerdo que esto lo hiciera otras veces que viniera por aquí….Qué asco de puerto: Plas, recta, plas, puente, plas, giro, plas, coronas. Llego al avituallamiento y el colega me dice: “Venga que ya lo tienes, te quedan las banderillas y la puntilla”. Mira qué gracioso.

Comenzamos el laaaaaargo descenso….Es curioso, pero si no daba pedales, me dolían las piernas. Iba un poco acalambrado, pero soportable. En las curvas noto como la bici patina de atrás, y bueno, pienso que será el terreno….

Engancho un grupo de 5 tíos al llegar a Casavieja, que será mi grupo hasta meta….Vamos a buen ritmo pero sin cebarnos. Los 2 tíos que iban tirando conocían muy bien el terreno, y debo reconocer que yo no me acordaba del año anterior.

Al llegar a Piedralaves empieza una subida que a esas alturas se hace infernal, y le pregunto a uno de ellos:

- ¿Este “puerto” se llama de alguna manera?
- En sí no tiene nombre, pero nosotros lo llamamos “Las banderillas”

Ahora todo cuadra. A mi me atravesaron por completo, que desgarro por dios. Todos quitamos plato, aunque lo subimos con alegría….

Venga chavales, que ya sólo queda “La puntilla” del La Adrada…..Puntilla no, puntillazo!!!! 800m sólo, pero qué 800m….Y de pronto: pis, chof, chof, chof, chof….Pues ahora si que tengo que parar, no hay más remedio. Efectivamente, el ruido que iba oyendo cada vez que me sentaba desde Navarrevisca, no era ni más ni menos, una pérdida paulatina de aire en mi rueda trasera, hasta que dijo basta y se desinfló del todo. Un coche para, y me dice que me echa una mano para cambiar la cámara.

- ¿Cuánto queda?
- Nada, bajas el repecho y entras en meta.
- Pues va a cambiar la cámara su p…m

Nada, nada, decido que tiro para delante de pié, al estilo Olano en el mundial. No hemos llegado hasta ahí para perder 10 minutos cambiando la cámara….

Con sensaciones encontradas entro en meta, con un tiempo de 5:34h, 20 minutos mejor que el año pasado. Aún no se porqué, pero no quedé del todo contento, a pesar de la mejoría respecto al año anterior. Supongo que es la sensación de ver qué lejos estoy aún de la gente que realmente anda, y de las malas sensaciones que tuve a lo largo de la prueba. El ganador, Felipe Peces, hizo un tiempo de 5:03h. Increíble. Para añadirle aún más mérito, unas horas antes, había conseguido un 3er puesto en la carrera de “El Escorial” de Copa de España.
Al llegar a casa, pude comprobar cómo la cubierta tenía 2 mosdisquitos que hacían que poco a poco fuera perdiendo presión....

martes, 11 de mayo de 2010

Puertos Míticos de Ávila 2010

No se ni el tiempo que llevaba soñando con esta prueba, las ganas que tenía de hacerla y de que me saliera bien. El año pasado fue un verdadero infierno, y esta semana el comentario generalizado era: “Peor que el año pasado no puede ser!!!”.

Durante toda la semana, actualización de las miles de páginas de previsión metereológica, y en todas ellas daban probabilidad de lluvia del 100%. Y de verdad, estadísticamente eso era mucho.

De todas formas, lo de siempre: “Bah, si estos no aciertan nunca, seguro que llueve, pero sólo un ratito y 4 gotas”

La tarde del sábado Octavio (hermanísimo de Iván-Fuenla) y yo nos liamos la manta a la cabeza, y decidimos que ya estábamos mentalizados para pasar calamidades en Ávila. Así que cogemos el coche, y para allá que nos vamos. Por el camino chuzos de punta, nubes, truenos, relámpagos, y el típico comentario: “Bah, que caiga todo lo que quiera hoy, seguro que mañana ni un gota”.

En esto que nos encontramos cenando la típica cena pre-marcha (compuesta por patatas fritas, magreta, huevos fritos, bacos y chitorra), y Octavio intenta convencerme para que conozcamos la noche abulense, y en menos que canta un gallo le veo preguntando a la juventud de la zona por las zonas de copas. No si esfuerzo le acabo convenciendo de que hemos venido a correr, y entre más de un lamento le hago entrar en razón.

A las 6:30h de la mañana suena el despertador, y nos apresuramos a descubrir la cruda realidad. Todo el suelo encharcado, y el cielo encapotado. Yo había decidido que si amanecía lloviendo, ni me “calzaba” el traje de batalla, pero como no era el caso, toca decidir qué ponerse. Ahí estaba mi equitación Mulero al completo, pero sabiendo como estaba el día, opté por colocarme la equitación negra del Cervélo, y fue una decisión más que acertada….

Lo mejor de dormir la noche anterior a una marcha en un hotel, es que vas sin prisas y sin agobios. No se porqué historias, pero cuando llegamos estábamos literalmente los últimos, y no se tardó ni un minuto en darse la salida. Me despido de Octavio, y me conjuro para hacer la primera “serie” de la mañana para alcanzar a la gente de delante. Por suerte, el tema está bastante controlado para la organización, y en los primeros compases no dejan que la gente tire demasiado fuerte. Además, hacía un aire endiablado y el tema de conversación era: “Tira tú, que a mi me da la risa”.

En todo esto, empiezan a caer las primeras gotas de la mañana, pero nada comparado con lo del año pasado, donde a estas alturas estábamos calados hasta los huesos. Se fue el mayor error de mucha gente, pensar que nada iba a suceder. Eché la vista al frente y pude comprobar que ni se divisaba la Sierra al fondo, y era muy mala señal. Después de coronar La Paramera sin problemas empiezan las dudas: “Joder Rubén, vas delante y muy cómodo, con fuerzas, y no parece que vaya a empeorar la cosa”.

Después de pasar Navalmoral más negro todavía, y se acerca el punto en el que hay que decidir si hacer el recorrido largo o el corto. Al llegar a Burgohondo pienso que el año pasado se pasó bastante mal, y este año a lo mejor me equivoco, pero no tiene pinta de ser mucho mejor. Dicho lo cual, elijo la opción corta. Paso por el avituallamiento, y no paro, pues estaba preparado para hacer la larga, así que imaginaos si llevaba de sobra. De hecho, incluso le di un bidón a Francis (C.C Roselín) en la salida, pues se había quedado sin agua.

Miro para atrás, y veo que no he sido el único que ha tomado esta decisión, y de hecho, cerca de 50 tíos que quedaban del grupo delantero se vienen conmigo. Veo que casi nadie para, y hacemos grupeta. Me extrañó un poco no ver a ningún coche ni moto de la organización, y me pregunto si es posible que para la gente que haya decidido hacer la distancia corta, no exista acompañamiento. Pues nada, a esperar que alguien se conozca la zona y a tirar para delante.

Empezamos la subida a San Juan de la Nava y pronto me doy cuenta que el motivo de no tener coche con nosotros es que no somos el grupo delantero, sino que hay gente por delante. Un Magic Bike va escapado, y empieza la fiesta. Me pongo delante del grupo a tirar para recortar distancias. Intento no cebarme porque este puerto se las trae y poco a poco le vamos recortando la distancia. Al poco de llegar a San Juan de la Nava le damos caza, momento en el que pido un relevo porque me he quedo algo tocado. Cuando me lo dan, un pensamiento cruza por mi cabeza: “Dios, prefería ir tirando”. Miro para atrás, y quedamos 6 tíos para afrontar lo que queda marcha. Así que nada, a sufrir, y a darlo todo.

Comenzamos la subida a la Paramera, de 7km de ascensión, con un viento favorable que ayudó bastante. Pongo buen ritmo y voy sacando distancia. Qué largo se hace este puerto. Es una carretera muy ancha y recta, donde vas viendo en todo momento lo que te queda, y se hace eterno. Prefiero no mirar para atrás y concentrarme en lo mío, que no es poco….

Corono el puerto y desde aquí hasta Ávila terreno muy favorable con apenas 2 repechos hasta la meta. Pero….al poco de empezar la bajada, el viento hace de las suyas y casi hace que me vaya al suelo en 2 ocasiones. Hay que tomar precauciones, y no estoy dispuesto a arriesgar más de lo necesario. Se lo comento a los que me habían enganchado, y ahí se acabó todo…

Al final, 4ª posición a 1 minuto del ganador. He de decir que uno de los objetivos para mí en esta prueba era obtener el diploma de Oro, tanto si hacía la distancia larga como la distancia corta. No fue fácil, en parte por el excesivo control que puso la organización al comienzo de la marcha. El Oro estaba en 2h45’, y me sobraron apenas 2 minutos. De hecho, del total de participantes, sólo 6 lo consiguieron. Octavio llegó en un más que meritorio puesto 100, dadas sus características (es un auténtico rodador), y el poco entrenamiento que lleva este año.

Os estaréis preguntado cómo les fue a los de la distancia larga, ¿verdad? Después de abandonar Burgohondo se dirigieron a comenzar la ascensión al puerto de Serranillos, y antes de llegar, en Navarrevisca, comenzó su calvario. Lluvia, viento, frío y granizo. ¿Algo más? La gente se tenía que bajar de la bici porque no tenía ni fuerzas para coronar el puerto. El 90% de la gente se dio la vuelta en el puerto porque seguir se hacía imposible. Se tuvieron que poner autobuses para recoger a gente que no tenía otros medios. Muchos tuvieron que llamar a familiares para que vinieran a por ellos, desde MADRID!!!. Incluso hubo gente que pagó auténticas barbaridades a la gente de Serranillos para que les acercaran a Ávila. DANTESCO.

Mientras me tomaban esta fotografía, me estaba preguntando: “¿Cómo les estará yendo a los que han tirado para delante”?


Por cierto, enhorabuena a Luis Romeral (Klyde) del Mariscos Castellar, por su 5º puesto en la distancia larga.

lunes, 3 de mayo de 2010

ENHORABUENA CAMPEONA

Este fin de semana ha sido tan completo que tendría para escribir varias entradas en el blog. Por un lado, la carrera Ciclomaster de Móstoles celebrada el pasado sábado, y por otro lado, un entrenamiento increíble con la grupeta de mi pueblo (Mascaraque, Toledo) por los puertos de la Sierra de Gredos (Mijares, Serranillos, Pedro Bernardo).

Sin embargo, creo que hoy es día para brindarle un homenaje a la fan nº1 del G.D. Mulero.

Hace cosa de 2 meses, Ana (Tritata en www.tresplatos.com) empezó a preguntarme sobre entrenamientos, y veía que era una asidua seguidora de todo lo que escribía en mi blog acerca del entrenamiento estructurado. Casi sin querer, me pidió que la echara una mano con su planificación, ya que disponía de una Cardgirus en el gimnasio donde solía entrenar, y quería sacarle partido.

No pude negarme, por supuesto, y me convenció en cuanto me dijo que me iba a invitar a desayunar en Titulcia a modo de pago por los servicios ofrecidos. Ahora si que estás obligada, jajajaja.

A partir de un test de 20’ determinamos cual era su Umbral Funcional para entrenar, y se estructuró un planning de entrenamiento adecuado a sus objetivos.

Os sorprendería la pasión con la que detallaba sus sensaciones y resultados después de cada sesión, comentando lo que había sufrido, lo que le habían dolido las piernas, pero sobre todo, la sensación de plenitud tras haberlo conseguido. Incluso algún mal día en el que no había podido cumplir con el objetivo, en lugar de venirse abajo como hubiera sido lo normal, no hacía sino conjurarse para conseguirlo al día siguiente.

Hoy podemos decir con orgullo que entre nosotros tenemos a una auténtica campeona con todas las letras.

Este pasado fin de semana, Ana se proclamó Campeona Nacional de Policías y Bomberos en sus 2 modalidades (Contrarreloj y Ruta), y podrá luir con orgullo esos maillots que tanto sacrificio te han costado.

No has dejado de darme las gracias por mi ayuda. De verdad, todo el mérito es tuyo, yo sólo te dije lo que tenías que hacer, pero tú conseguiste lo realmente difícil, HACERLO.