Primer plato: Delicias de Carril Bici a las finas hierbas de Aranjuez, aderezado con una pizca de Chinchón tras su paso por Villaconejos.
De Segundo: Radio aberronchada al pil-pil, sazonada con subida a los Molinos.
De postre: Relevitos a la fresa y Aberronchos varios.
Este menú varía bastante poco de una semana a otra, pero debido a la calaña que nos juntamos todos los fines de semana, hace que cada uno de ellos sea completamente distinto.
No se si alguien de fuera de nuestra grupeta lee este humilde blog. Si es así, creo que es mejor que conozcáis a algunos de los integrantes de este manicomio sobre ruedas:
Raúl Tortonda: el Kalamar-Brinkador, el faro que nos guía, aunque muchas veces no sabemos dónde, jejeje. Una máquina.
Iván Muñoz Casado: la única persona que conozco capaz de hablarte sin inmutarse a 180 pulsaciones. Con su edad, todavía tiene el corazón de un niño.
A la izquierda de la foto, Eduardo del Pino, el hombre tranquilo, ya puedes ir tú sufriendo todo lo que quieras en carrera, que él ya irá detrás fumándose un cigarro. A su derecha, el crack Vitín, el más veterano del centro psiquiátrico, que sabe más de la vida que el propio diablo. Espera! A veces yo pienso que ÈL ES EL DIABLO.
Javier Pérez: la fuerza desmedida sobre los pedales. Una auténtica mula. Mucho cuidado con él este año que puede dar alguna sorpresa a más de uno.
Estos dos no necesitan presentación. A la izquierda, Javier Quintanilla, una Perico Delgado en 4h17’. Hasta aquí puedo leer. A su derecha, Jorge Ramos, otro fuera de serie, un gentleman sobre la bici.
Francisco Salvatierra (Pakito-Pinto): el hombre de los cuadriceps de acero, otro mítico de la Vega. Es tan bueno, que al llegar a Titulcia, le hacen hasta masajes.
Y por último, Rubén de la Llave, un servidor. Me llaman de todo, así que lo dejamos en puntos suspensivos...