miércoles, 7 de octubre de 2009

Mi Viaje a China (Pekín-Beijing)

M A R A V I L L O S O

Es la única palabra que me viene a la cabeza para describir lo vivido en mi viaje a China.

Después de un año bastante intenso, esperaba con muchísimas ganas esta aventura, más que nada por el tiempo que hacía que estaba cerrado el viaje, y la sensación de que nunca llegaba la fecha.

Durante nuestra estancia en China, hemos visitado un total de 6 ciudades durante 15 intensos días. Se trata de una experiencia inolvidable, pero es absolutamente agotadora. La sensación que tenía durante los últimos 2 días era de un cansancio abrumador, hasta el punto de sentirme indiferente ante la perspectiva del regreso. Eso si, una vez en España y descansado, te das cuenta de que posiblemente nunca volverás a estar allí, y echas la mirada atrás con nostalgia.

Lo mejor será detallar lo que pudimos ver en cada una de las ciudades, pero para no saturar, creo que iré narrando poco a poco lo vivido en cada ciudad:

Beijing (Pekín)

Llegamos a la capital de China a las 8 de la mañana, tras pasar la noche a bordo del avión. Yo fui incapaz de pegar ojo en el avión, primero porque no tengo costumbre y segundo porque dado que mi asiento estaba colocando al lado de los lavabos, había mucho trajín de gente.

Nada más aterrizar, nos recoge nuestra guía local (Verónica) y nos dirigimos a nuestro hotel, situado en pleno corazón financiero de la ciudad. El hotel en cuestión se llamaba Reinassance, y llevaba abierto al público poco más de un año. Como consecuencia de las Olimpiadas de 2008, la mayoría de hoteles de la ciudad habían sido reformados. El mejor hotel con diferencia en el que he estado. Habitaciones lujosas, todo cuidado con esmero, a lo que hay que añadir el carácter extremadamente servicial del pueblo chino.

El primer día era día libre, por lo que nada más dejar las maletas decidimos ir a dar una vuelta porque si se nos ocurría dormir algo, es posible que no fuésemos capaces de levantarnos. Una ducha rápida y a la calle!!!!


Disfrutamos de largas avenidas, zonas comerciales, y ya te ibas empapando de la cultura China, de su arquitectura tradicional, de su gente. Paseamos por calles típicas y pudimos recorrer un mercado donde, si tenías el estómago adecuado, podías disfrutar de unos “deliciosos” escorpiones fritos o unas cucarachas a la brasa, jejeje. Nosotros no fuimos tan valientes, y para no arriesgarnos el primer día, decidimos comer en un McDonalds.

Después de unos paseos más largos de lo previsto, ya que en Beijing las avenidas son abrumadoras, regresamos a hotel a descansar, ya que a partir del día siguiente empezaría la verdadera aventura….

Plaza de Tian An Men y Ciudad Prohibida: la plaza de Tian An Men es mundialmente famosa al tratarse de la plaza más grande del mundo y el primer sitio a donde te llevan en programas de tipo “Madrileños por el mundo”. La fiesta nacional China se celebra el 1 de Octubre, por lo que tuvimos la ocasión de ver cómo engalanaban la plaza para la ocasión. La verdad que la plaza impresiona, ya que es imposible ver su final. Dentro de ella se encuentran varios monumentos como el Parlamento, el mausoleo de Mao, el museo Nacional Chino, el obelisco en memoria de los héroes del pueblo, ect.

Sin lugar a dudas, su punto más representativo es la entrada a la Ciudad Prohibida, con el cuadro de Mao presidiendo la entrada. Se trata de una construcción impresionante, que toda persona que haya visto la película “El Último Emperador” tiene en la cabeza. Se trata de una inmensa sucesión de salas, compuesta por 9999 habitaciones y salas de audiencias (el 9 es el número favorito en China), así como esculturas interiores, y escaleras infinitas. Para ver este Palacio al completo, es necesario dedicarle más de un día para poder verlo en su totalidad.

Palacio de Verano: después del almuerzo, nos llevan a visitar la residencia oficial de los emperadores durante la época estival. Al igual que en el caso de la Ciudad Prohibida, se trata de una enorme construcción. De hecho, cuenta con una extensión mayor, si bien es cierto que dispone en su interior de un Lago artificial de enormes dimensiones. Para cruzarlo, disfrutamos de un relajante crucero en un típico barco pekinés.

Gran Muralla China: en este momento es cuando dije por primera vez: “Por muchas fotos y videos que hagamos, hay que estar aquí para verlo”. Creo que queda todo dicho. A nosotros nos llevaron al tramo conocido como Badaling, el más turístico de todos. Según las últimas estadísticas, la longitud de la muralla se estima en 8300 km, casi 2000 más de los actualmente registrados. Se trata de una construcción que serpentea a lo largo de montañas abruptas, que te hace sentir la dificultad para llevar a cabo su formación. Durante su recorrido, miles de atalayas, para avisar al pueblo de las invasiones. Recorrimos un total de 3 km, que aunque parezca poco, fuimos el único grupo que llegó hasta arriba. Ese día hizo muchísimo calor, y la humedad hacía que la sensación térmica fuese muy elevada.

Estadio Olímpico: también conocido como nido de pájaro, por las características de su arquitectura. No pasamos dentro porque la cola que había que guardar era de aproximadamente 2 horas y, aparte de no tener tiempo, nos comentaron que lo impresionante era verlo por fuera, y por dentro no tenía nada de especial. Por mi parte, más que el estadio en sí, me llamó más la atención todo lo que lo rodeaba, con una limpieza que rayaba lo increíble. No es que hubiera gente limpiando, sino que el pueblo chino tiene un sentido de la limpieza distinto al nuestro.

Tumbas de la Dinastía Ming: se trata de un conjunto arquitectónico que alberga las tumbas de trece emperadores de la dinastía Ming. Es uno de los 5 patrimonios de la Humanidad que se encuentran en Beijing. Actualmente, sólo se encuentra abierta al público una de las tumbas.

Templo del Cielo: este templo es el emblema del turismo en China, y es la foto que aparece en la mayoría de las guías de viaje. Se encuentra dentro un parque del mismo nombre, al que acuden a diario multitud de gente variopinta (fundamentalmente jubilados que se acercan allí a pasar el día). Para que os hagáis una idea, es como el Retiro, pero elevado a la décima potencia. Por dentro, nos encontramos de todo, desde gente bailando a su aire, gente jugando a extraños juegos, a las cartas, tocando instrumentos. La sensación con la que me quedo es la de tratarse de gente que disfruta del hecho de pasar en tiempo en tranquilidad, a la que nada molesta que les puedas echar una foto o quedarte mirando ensimismado. Al fondo del parque, el conocido templo de Cielo. Impresionante.

4 comentarios:

Galan dijo...

Estupenda entrada! no solo de ciclismo vive hombre.

EKB dijo...

Impresionantes las fotos, a mi me encantaría poder hacer algún dia un viaje como este, muy bueno el reportaje de "parleños por el mundo" Besitos.

SELIA dijo...

Olá, Parabéns!
Pela a bela viagem. As fotos estão lindas.
Só não gostei da foto dos espetinhos com os insetos..

Muito legal..

http://seliacorretora.blogspot.com/

Jesús dijo...

Qué gran ciudad Beijing!!! Fui hace varios años y flipé con su patrimonio cultural