lunes, 23 de agosto de 2010

XIV TROFEO DESPOSORIOS EN MEMBRILLA (Senior-Master 40)

El pasado sábado se disputó en la localidad de Membrilla (Ciudad Real) el XIV TROFEO DESPOSORIOS para las categorías de Senior a Master 40.

Por parte del G.D. Mulero acudimos Raúl Tortonda (Kalamar), Javier Pérez (Jaby80), Javier Cubino (Cubic), y servidor (Renacuajo-Morcueras-Robledos).

A las 6:40h de la mañana quedamos los parleños en la gasolinera de Fuentebella para cargar las bicis en la Cubic-Furgo e ir a recoger a Raúl a Ciempozuelos.

Por delante, algo más de 150km hasta Membrilla, que entre unas cosas y otras se nos pasan volando. A las 8:30h estábamos listos para inscribirnos y tomándonos el cafetito de rigor.

De izquierda a derecha: Jaby, servidor, Cubic y Kalamar. El moreno que tenemos Kalamar y yo es de dos tardes que hemos salido a entrenar, lo juro.

En la línea de salida, alrededor de 120 participantes venidos de casi todas las Comunidades (incluso el equipo Cala D’Or procedente de las Islas Baleares). Por lo demás, los equipos de siempre: Mariscos, Orquin. ASM, y varios equipos de la zona.

La salida neutralizada hasta alcanzar la carretera general, momento en el que se da vía libre y nunca mejor dicho. Desde el primer momento, varios intentos de fuga, pero que son rápidamente echados abajo por los diferentes equipos. En alguno de ellos se meten tanto Cubic como Jaby, pero no tienen demasiada suerte. Por mi parte, me sitúo en la parte media del pelotón viendo los kilómetros pasar, apretando los dientes todo lo posible cuando la cosa se pone seria. Siempre cerquita de Raúl, preguntando y recibiendo sus consejos.

Al final de una primera vuelta de 45 kilómetros, se pasa de nuevo por Membrilla para disputar la Meta Volante. En juego un jamón. Si fuera una “chapa” no pasaría nada, pero tratándose de algo que llevarse a la boca, la gente se deja la vida. Esto provoca que el pelotón se enfile y se cobre las primeras víctimas. El paso por el pueblo frenético, con el inconveniente de las curvas y los resaltos que hay que pasar a 60 km/h. En uno de ellos, y fiel a mis costumbres, pierdo uno de los 2 bidones que llevaba, y claro, estaba la cosa como para darse la vuelta a por él.

Así que nada, una vez repartidos los premios de la Meta Volante, toca coger un poco de aire y reorganizar el pelotón. En estos momentos me emparejo con Edu Godoy del Mariscos que me ofrece su bidón ya que ellos disponían de muchos en su coche de equipo. Bola de partido salvada.

Avanzo posiciones para ver qué tal Cubic y Jaby, y por supuesto, sin problemas. En este momento, Jaby me comenta que quedan aproximadamente 2km para el comienzo del primer puerto, y me dice que avancemos posiciones, porque para descolgarse ya habrá tiempo. Dicho y hecho. Nos colocamos adelante del todo, y empezamos a subir. Ritmo alto, pero no lo suficiente como para que haya cortes en el pelotón, y casi todo el mundo aguanta. Una vez coronado, a “descansar” lo que nos dejen y a coger de nuevo posiciones.

Antes de empezar el segundo puerto del día, se producen varios intentos de fuga, hasta que uno de ellos parece ser el bueno. Veo que Raúl se ha metido en él, y van cogiendo cierta ventaja. Parece que el pelotón lo da por bueno, y Jaby y Cubino se ponen delante para bajar el ritmo. Poco dura la tranquilidad y empiezan las hostilidades para echar abajo la fuga. El Mariscos no tenía a nadie metido en la fuga, y no le interesaba para nada que llegara a meta. Por tanto, la subida al segundo puerto se hace bastante fuerte, aunque consigo aguantar sin demasiados problemas. La gente que iba un poquillo justilla paga el esfuerzo y hacen grupeta para el resto de la carrera.

Finalmente la fuga no es echada abajo debido al entendimiento de los de cabeza, y parece que si no pasa nada extraño, son los que se van a disputar la carrera.

En el pelotón quedan aproximadamente 40 unidades, y tras el paso por el pueblo de Moral de Calatrava, comenzaría la ascensión al Alto de la Garganta (3ª Categoría) y puntuable para el premio de la montaña. No se si por falta de fuerzas, o por andar un poco despistado, pero el caso es que comencé a subir el puerto muy retrasado, y las fuerzas no daban para remontar posiciones. Se está haciendo la selección y poco a poco voy haciendo la goma. Sin embargo, se produce un pequeño parón que aprovecho para incorporarme de nuevo al grupo, con la mala suerte de que al enganchar, se acelera de nievo el ritmo, y sin apenas recuperar tengo que ceder sin remisión a 200m de coronar. Me queda la esperanza de tratar de enganchar bajando, pero el ritmo es tan alto, que un grupo de 5 ciclistas no podía recortar al grupo de 20 que iba por delante.

A pesar de tener el grupo a la vista, poco a poco se van alejando. Llegado a este punto, lo mejor es organizarse e intentar formar una grupeta para, a relevos, avanzar lo más rápido posible. Sin embargo, de los 20 que llegamos a entrar, sólo 5 dábamos relevos, con lo que estábamos en la misma situación, o peor, puesto que algunos de los que entraban, desistían en el intento al grito de: “O follamos todos, o la puta al río”. Dada este situación, sin darme casi ni cuenta, me veo en un grupo de 4 ciclistas que nos hemos despegado de nuestro “pelotón” y nos planteamos hacer un último esfuerzo hasta meta. El grupo del que nos habíamos cortado en el último puerto se veía a lo lejos, pero claro, estamos hablando de una recta interminable de 13km que te llevaba a Manzanares, y a pesar de verlos en la distancia, no estaban a menos de 2 minutos. Aún así seguimos dando pedales como si nos fuera la vida en ello, y luchando contra un aire de cara bastante puñetero, nos plantamos en Membrilla y enfilamos la línea de meta. Ya nos habían advertido de que en la clasificación no habría puestos, sino que los darían Ex–Equo, por lo que pasó de disputar el sprint, y dicho sea de paso, no tenía fuerzas para ello.

Al final 2h:55’ a 40,2 Km/h de media según mi cuenta. Según la organización habíamos tardado menos, pero mejor os fiáis de mí, porque no veas la que tenían montada los jueces con las clasificaciones.

Nada más llegar a meta, pregunto cómo ha quedado Raúl. Finalmente 3º en su categoría (Senior-Master 30) y 4º en la general. Vaya crack. Y más contento que una perdiz es obsequiado con 4 melones y una Lomo que casi no cabe en la furgo. Al ir a preguntar Jaby y yo por las clasificaciones, vemos que están discutiendo por lo puestos, por lo que decidimos salir pitando no sea que le quiten al kalamar aquello que tanto le había costado.

Resumiendo, buena carrera, bien organizada, GRATIS, y con mucho nivel. No se puede pedir más.

1 comentario:

tritata dijo...

q bueno lo del kalamar!
el recorrido de la carrera era por donde dí mis primeros pasos con la bici de carretera,me ha traido unos recuerdos muy dulces esta crónica y pensar q a mi se me atragantaba moral de calatrava la primera vez q la subí,jajajaj y mira ahora...
Me alegro mucho de que te hayas animado ya con una master y de qué forma tan buena!!!
Por cierto,los melones de membrilla tienen fama de ser los mejores de España Y DOY FÉ de ello que tanto me intentaron sobornar los membrillatos a base de ellos,jajajaj
un abrazo mister!!!